viernes, 18 de octubre de 2013

Comentario

Esta obra de león Tólstoi a pesar de abarcar, a nuestra concepción, varios temas morales especialmente esboza el tema de la fe, pues lo manifiesta claramente en toda la obra. Sobresalta lo espiritual y se puede inferir del cuento que es una religión cristiana católica, los hechos más relevantes son producto de la creencia, del servicio al ser supremo, de la difusión de su palabra y de la divulgación de la correcta oración hacia él. Ejemplo de esto es el interés inquebrantable del arzobispo por visitar a estos tres sujetos, precisamente porque lo que sabía era que servían al señor y quiso conocerlos por lo afines que podrían ser a su necesidad de evangelizar y su condición de ministro de la iglesia.

Esta obra narrativa se encuentra ubicada en el subgénero de los  cuentos, consta de una producción en forma de prosa con pocas figuras retóricas,  algunos guiones de conversación y un poco de fantasía, cuanta con aproximadamente 60 párrafos y numerosos cuadros de dialogo.

Quizá el reencuentro que tuvo con lo divino, influyo en este cuento, pues león Tólstoi gracias a la perdida de sus padres se sumergió en la vida pagana, la ausencia de autoridad y la abundancia de libertad lo llevaron a que en su juventud disfrutara sin límites de los “placeres de la vida”, de los que se astearía este joven ruso principalmente al ingresar a la universidad y después de ver las situaciones y condiciones tan degradantes en las que mantenían sus siervos en el campo, espacio que le generaba mucha pasión y amaño, de hecho, en sus obras se aprecia que en muchas de ellas recrea sus historias en lugares abiertos, especiales y libres de urbanidad. Nacido en Yasnaia Poliana en 1828, hombre de familia noble y adinerada no mostraba ser muy disciplinado según sus resultados académicos, sin embargo estudio primero letras sin resultado y luego termino completamente la carrera de derecho. Tólstoi jugo un honorable papel en la guerra de Crimea y por ultimo consagro su vida a la escritura hasta su muerte.

La fantasía en el cuento, aunque pueda llegar a parecer exagerada o innecesaria, es lo que le da el matiz de irrealidad a la historia, realmente el autor escribe de manera muy directa, no da uso significativo a las figuras retoricas pero hay que resaltar que transmite su idea, su intención aunque algo desarreglada, llega. Vemos pues que no es fácil que la situación principal de la historia pueda acoplarse al menos en teoría a la vida cotidiana, sin embargo en dirección contraria a lo es el cuento y yendo un poco más allá de lo literal puede simbolizar la ansiedad de cada persona de acercarse cada vez, de tener contacto con lo que guarda afinidad, si analizamos la conducta del arzobispo, se puede decir que no es más que pasión, pero, si manipulamos el sentido de la presencia de los tres habitantes del islote podríamos encontrar allí la figura del ignorante, aunque pueda resultar un poco ofensivo (ofrecemos disculpa si lo es),  es posible relacionar a los ermitaños tan emocionados y dedicados al nuevo aprendizaje que un extranjero vino a traerles. Para sintetizar lo dicho previamente: para el que conoce poco, tiene poco o sabe poco, cualquier novedad es un gran hallazgo. Sin querer emitir un tono despectivo, esto representa para nosotros la conducta sumisa de los ermitaños pues en ninguna parte de una inferencia puede caber que obedecían y acataban, porque en realidad creyeran en el Dios que se les acaba de dar a conocer





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